La compra de un terreno es una decisión que debe ser tomada luego de realizar un vasto análisis comparativo entre las opciones disponibles, siempre acompañados de profesionales que puedan brindarte toda la información que necesitás y ayudarte a elegir el inmueble que mejor se adapte a tus necesidades. Hoy te compartimos los 5 puntos más relevantes que debemos tener en cuenta antes de comprar un lote.
Definir su finalidad y ubicación
Lo primero que hay que establecer para comenzar con nuestra búsqueda es el uso que le daremos al terreno, es decir si queremos construir nuestra vivienda familiar o iniciar un desarrollo inmobiliario con fines comerciales o residenciales. A partir de allí podemos evaluar las diferentes ubicaciones: en barrio abierto, countries, zonas céntricas o alejadas de la ciudad. También, debemos analizar las rutas de acceso, medios de transporte cercanos, comercios e instituciones que se encuentran a su alrededor.
Conocer los servicios
Por otra parte, es sumamente importante saber si el terreno en cuestión cuenta con servicios básicos como agua corriente, gas natural, cloacas y luz. No nos olvidemos tampoco de averiguar si llegan los servicios de cable, televisión satelital e internet.
Consultar sobre las limitaciones
Tanto las ciudades como los barrios cerrados pueden contar con un Código de Ordenamiento Urbano (COU) o código de construcción que establecen condiciones y límites que deben respetarse para que la futura obra sea aprobada legalmente. De esta manera, es necesario indagar en estos documentos para saber si podemos llevar adelante la propiedad que imaginamos en el lote en cuestión.
Analizar su estado legal
Por otra parte, es de vital importancia corroborar el estado legal del inmueble a adquirir. De esta manera, debemos solicitar a la entidad correspondiente el informe de dominio para certificar la titularidad del lote y saber si se encuentra afectado por alguna multa, gravamen o proceso judicial.
Concretar la compraventa
Existen dos formas de realizar el acto de compraventa de un terreno. La primera ocurre cuando hay uno o más propietarios físicos y el proceso es similar al de cualquier transacción inmobiliaria habitual en la cual se acuerda un precio por la propiedad, se establecen los plazos y medios de pago, y se firma la escritura ante escribano. La segunda forma suele ser escogida cuando hay un fideicomiso de por medio, y como este no cuenta con la escritura se firma un documento para ceder los derechos sobre el inmueble.